Funcionamiento de las válvulas neumáticas
Los sistemas neumáticos ofrecen un grado de control muy preciso, que permite aplicar la fuerza donde se necesita, cuando se necesita y en la cantidad necesaria. Las válvulas neumáticas ayudan creando una presión de aire y un caudal adecuados.
Las válvulas neumáticas de control de caudal y de aguja regulan el caudal de aire comprimido. Las válvulas de control direccional de accionamiento mecánico o manual permiten flexibilizar los puertos de trabajo neumáticos. Esto proporciona una solución práctica para una variedad de diferentes requisitos para apoyar múltiples válvulas de solenoide. Las electroválvulas se basan en palancas electromagnéticas para controlar el flujo de aire y la liberación para lograr el correcto funcionamiento del compresor.
Los productos neumáticos son muy ligeros y compactos para la cantidad de potencia que producen. Las unidades portátiles pueden utilizarse con menos fatiga para el operario, mientras que las fijas pueden montarse en espacios reducidos.
La mayoría de los dispositivos neumáticos pueden invertirse instantáneamente sin dañar el equipo. En muchos casos, esto puede reducir el tiempo de ciclo del equipo y acelerar la producción.
Los sensores neumáticos de umbral detectan el final de la carrera de un cilindro de aire y emiten una señal cuando cae la presión. La válvula de retención, o válvula antirretorno, permite el flujo de aire en una dirección. En caso de pérdida de presión o de parada repentina del sistema, las válvulas antirretorno pilotadas detienen el movimiento del cilindro de aire según sea necesario y mantienen las cargas. Las válvulas de circuito, como los controles de velocidad, ajustan la velocidad de carrera de los cilindros neumáticos y los actuadores.